lunes, 7 de octubre de 2013

El papel de la ciencia y la tecnología



Aparentemente la ciencia y la tecnología suelen estar escondida en los laboratorios, en las universidades y centros de investigación y en las revistas científicas. Sin embargo, está en nuestra mano, pues cada vez que hablamos con el teléfono móvil, viajamos en coche, avión o tren, vamos al cine, etc. estamos comprobando y disfrutando de los resultados de la ciencia, ya que forma parte de nuestro entorno. Afortunadamente en Asturias, hace una semana durante la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, hemos tenido la fortuna de contar con la presencia de eminentes científicos, este año, en el campo del cáncer, que ha debatido en conferencias y a través de los medios de comunicación sus experiencias y descubrimientos.

Durante la celebración de la Semana de la Ciencia tendremos en Asturias diferentes actividades científicas realizadas por grupos de investigación de la Universidad de Oviedo, centros tecnológicos y/o investigación, FADE, etc. que realizan actividades que permiten cumplir los objetivos anteriormente indicados. Queremos agradecer a todos ellos su trabajo y acción de difusión y valoración de la ciencia y la tecnología así como su colaboración con el Gobierno regional a través de la FICYT y la FECYT del Ministerio de Educación y Ciencia.

Pensamos que la sociedad debe realizar un esfuerzo en mejorar el conocimiento de la ciencia y la tecnología, y de la labor que realizan los científicos, ya que su actividad, su conocimiento, su trabajo, sus aportaciones y contribuciones son esenciales para desarrollar y mantener la sociedad del conocimiento. Esta situación está agravada por la denuncia realizada por las Reales Sociedades de Física, Química y Matemáticas en el Senado español por la reducción de contenidos científicos en los jóvenes que realizan su enseñanza secundaria, pues la ciencia y tecnología debe formar parte del acervo cultural de la sociedad. Las repercusiones de esta situación se empiezan a producir ya que las Universidades están viendo como un porcentaje de las plazas en los primeros cursos de las carreras se quedan sin ocupar. Esto significa que existe un rechazo o temor a la ciencia entre los jóvenes. Y las consecuencias de esta situación serán palpables en el sistema de Investigación, Desarrollo tecnológico e Innovación en una década. Tenemos que introducir la lógica de la ciencia en los jóvenes para que aprendan a juzgar y para que en el futuro no exista un déficit de recursos humanos en nuestro sistema ciencia-tecnología-empresa. Resulta, para nosotros, esencial apoyar la aceptación social de las actividades de investigación y desarrollo para que permitan justificar los recursos dedicados a investigación y desarrollo, y la presencia de la ciencia y la tecnología en nuestra sociedad. Para llevar a cabo esto, adicionalmente deberemos poner a disposición de los ciudadanos e instituciones indicadores precisos sobre la ciencia y la tecnología: recursos humanos, recursos públicos y privados, participación en programas internacionales. Pero también demostrar y conseguir que se cumplan los objetivos de la investigación, desarrollo tecnológico e innovación: políticas al servicio de los ciudadanos y la mejora del bienestar social, que contribuyan a la generación y valoración del conocimiento, y que contribuyan a la mejora de la competitividad y desarrollo industrial.


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